jueves, 2 de julio de 2009

Cuidar la máquina comiendo es importante

El cuerpo es una máquina, y como tal debe ser tratado desde el punto de vista alimenticio. Dos notas características respecto a ello:

1) Somos omnívoros.
2) Somos ineficientes en el procesamiento de los alimentos.

Sin entrar en las consideraciones biológicas o de desarrollo de nuestra especie que han condicionado (como causa o consecuencia) nuestra evolución desde la óptica alimenticia, debemos tener en cuenta ambos hechos.

Un tercer punto adicional debe tenerse en cuenta: nuestro organismo, por razones de evolución de las especies, tiene tendencia a almacenar, o sea, a engordar. Y prefiere almacenar grasa entre otras razones porque es altamente energética, da calor, y contiene agua.

Vale, buen rollazo. Ahora a lo práctico: ¿como mejorar nuestra alimentación, y al mismo tiempo como cuidar la máquina?

Primero vamos a dejar algo claro: en nuestra sociedad, salvo excepciones, todos los individuos estamos perfectamente alimentados si llevamos una dieta suficientemente variada. Incluso aquellos que comen lo mismo de lunes a viernes, si el fin de semana toman dieta variada compensarían suficientemente las carencias.
Solamente pensad que hay personas en el mundo que solo comen fruta cuando es la temporada (o sea, 2-3 meses al año) o que se pasan varios meses sin comer verduras (en la época de calor o frío intenso). O que su dieta tiene un alto componente proteico (sociedades cazadoras o trashumantes) o basadas mayoritariamente en los cereales.

Cuidar “la máquina” es otra cosa. No tener colesterol, ni hipertensión, obesidad, diabetes, cálculos en los riñones, descalcificaciones óseas, anemias, acido úrico y sobre todo, cáncer.

Las pautas a seguir para una alimentación sana ya nos las sabemos: ¡no comer lo que nos gusta! Es broma…

En realidad, la mayor parte del camino estará hecho simplemente con eliminar el desorden alimenticio que acompaña a nuestro ritmo de vida.


Por ejemplo, decidir no ingerir nunca carne en la cena por ser de más difícil digestión ya es un importante paso para evitar el cáncer de colon. Otra buena decisión es tener un día vegetariano no estricto a la semana (puedes tomar leche, queso y huevos) lo cual reduce los residuos.


Tomar lácteos en forma de yogur, requesón, cuajadas, etc., es una forma interesante y práctica de incrementar el calcio en la dieta con buena biodisponibilidad. Eliminar los fritos y las barbacoas (alarma máxima cancerígena), y elegir guarniciones de verdura o arroz son buenas prácticas. Y aumentar la fibra con pan y cereales integrales.

Lo importante es que hay una gran variedad de alternativas a la hora de preparar platos al gusto de cada uno. Otro día hablaremos de las pautas generales para tratar los alimentos, con sus pros y sus contras.
Besos,

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